24 marzo 2006
y la musica se hizo carne
...Y LA MUSICA SE HIZO CARNE Y HABITO ENTRE NOSOTROS.....
La música, dicen nuestros mejores, es un lenguaje que es capaz de transmitir lo mas profundo del ser humano, los anhelos mas intensos y expresar sus sentimientos mas íntimos. Escuchar música es un placer, es un espacio de recogimiento, un momento de gozo lúdico, es decir, festivo, gratuito y de expansión de todo el ser humano. La música coloca a su receptor en múltiples y diversas formas de respuesta, sea para bailar, para descansar, para recordar, para meditar, reflexionar, etc. Cada individuo recibe el mensaje según sus estructuras psíquicas, históricas y existenciales. Producir música, es todavía mas, un gozo especial, una experiencia de creatividad y de construcción del sujeto que la produce. El que produce música, crea un lenguaje diferente al ordinario, lenguaje objetivo, que define lo que la cosa es; el lenguaje musical es comunicación de subjetividades, es decir, revela lo que las cosas son para mí, es un lenguaje simbólico, puesto que las notas me revelan y me transportan a otras realidades importantes y fundamentales para mi, que son parte mía y que me construyen, sea el amor, la amistad, la libertad, la tristeza, la nostalgia, la decepción. Por ultimo producir música es una actividad muy humana, porque potencializa lo que mejor tenemos en nuestro ser de humanos, porque revela lo que tenemos de humanos, por que nos integra al universo entero el cual en y por su armonía cósmica elevan un canto a su creador alabando y gozándose de su cercanía que restaura y reconcilia todo. La música es humana y es divina, es festiva y expansiva, es expresión e interiorización, es reproducción pero también es creación, es amor y también es compañía que consuela, reanima, lanza, convoca, protesta y nos eleva. La vida -como diría el filosofo- sin la música sería francamente un error.