04 abril 2006

SOBRE LA GUEVA METAFÍSICA ...

LA GUEVA METAFÍSICA

Por Mike

Un día estando en el seminario vi a la Shakira, la perrita del Iván, que poco a poco fue de todos..., y la vi tan a gusto acostada en una sombrita que por un momento sentí envidia.. -¡que suave a de ser, ser perro! me dije a mi mismo y de pronto caí en la cuenta de aquel pensamiento tan raro. Me sorprendió de momento aquella envidia... sobre todo cuando en aquel lugar nos estaban formando en el pensamiento filosófico y teológico; de ahí aprendimos la inmensa diferencia entre ser perro y ser humano: la capacidad de captar la verdad dentro de las cosas (intus legere = inteligencia), la capacidad de apreciar la bondad de la realidad (voluntad) y la capacidad de autodeterminarse (libertad), además de ser el Tú dialogante con el Creador. Que cosas tan grandes había que estar agradeciendo a Dios. Caí en la cuenta de que aquel pensamiento correspondía a un sentimiento que de pronto estaba sucediendo en mi; antes ya me había sucedido pero no alcanzaba a colocarlo en alguna carpeta en mi mente.

Dialogando con el Cochiguero (mi buen amigo Javier Teran de Hernandez)... caímos en la cuenta que no era solo mi sentimiento sino nuestro sentimiento... queriendo descifrar la experiencia y describirla ... comenzamos por recurrir a la flojera... la gueva. Pero aquello no era una gueva física, después de todo ¿que podía cansarnos en aquel espacio donde todo lo teníamos cerca y era mínimo el esfuerzo en todas nuestras actividades (excepto en exámenes)?. Era una gueva que ciertamente nos inclinaba a dejar de hacer muchas cosas que en lo general nos resultaban placenteras, cantar, leer... para mi lo era estudiar, platicar, etc., una flojera que nos inclinaba a tirar gueva de la buena y de la grave.

Era una gueva que empañaba el cristal con el que mirábamos nuestros proyectos... en esos momentos ya no estábamos tan seguros de que aquel camino era el adecuado para nosotros, pero yendo a los eslabones (las causas más últimas) que podíamos encontrar hacia atrás, no sólo eso sino que a veces era una gueva ser seguidores de Jesús... era una gueva ser humanos. Doy por sentado la posible gravedad de estas palabras... no se asuste nadie, por que definitivamente a ninguno de los dos nos dio por quitarnos la vida.

Tomando prestada de la filosofía una palabrita pudimos, más o menos, colocar gran parte de nuestra experiencia en ella, le pusimos “metafísica” (metá = mas allá; físico = esta realidad sensible), era una gueva metafísica, así como se oye: una flojera del ser.

En el seminario ya se hablaba de “crisis”; y este era un concepto bastante recurrido precisamente cuando a algunos estaban por salirse del chorizo (seminario).

Con el paso de los años (más o menos unos 6 o 7 años), no me he olvidado de esta nomenclatura, pero ahora que poseo una abreviatura antes de mi nombre (Pbro.) a veces me dá pena ofrecerla como una herramienta de interpretación para algunas experiencias que me ha tocado acompañar... decirle sabes qué –¡tu tienes gueva metafísica!.

Cuando entré en contacto con la espiritualidad de san Ignacio de Loyola, pude encontrar otro concepto (y experiencia) que ilustraba bastante bien a la gueva metafísica: la desolación. Por otra parte al entrar en contacto con algunas personas muy cercanas y muy queridas, conocí en primera fila, la experiencia de la hoy llamada enfermedad del momento: la depresión. Estas dos experiencias ofrecían muchos elementos que se parecían a la gueva metafísica y que me proporcionaban otro camino para conocer ciertas raíces. Alguna vez pedí a un muy buen amigo pasante de médico en Fronteras el “Harrison” que es un librote, que es como la biblia para los médicos y me puse a investigar:

  1. Estado de animo deprimido casi todo el día, la mayor parte de los días, (“a veces me siento vacío, triste”, “mira parece que estaba llorando”).
  2. Perdida marcada del interés o del placer por todos o casi todas las actividades (casi todo el día, la mayor parte de la vida).
  3. Perdida de peso significativa en ausencia de dietas.
  4. Insomnio o perdida del sueño casi todos los días.
  5. Agitación o retraso psicomotores, lentitud o inquietud.
  6. Cansancio o perdida de energía casi todos los días
  7. Sensación de inutilidad o culpa excesiva o inadecuada (delirante); autorreproches.
  8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse o indecisión casi todos los días.
  9. Ideas de muerte recurrentes (no sólo miedo a morir) a veces ideación suicida recurrente sin plan específico, o intento de suicidio con plan específico.

Algunas otras ideas que venían en el apartado llamado “Criterios diagnósticos del episodio o depresión mayor”, decía: Los síntomas producen sufrimiento significativo o deterioran el funcionamiento social, laboral o de otras áreas importantes de relación. Y otra más sugerente: los síntomas no se justifican mejor por la pérdida de un ser querido. (Harrison, ed 14ª).

Sobre la desolación que San Ignacio habla en sus ejercicios espirituales puedo citar algunas cosillas; en la 4ª regla de discernimiento de espíritus dice: es oscuridad del alma, turbación, inquietud, tentaciones, impulsos hacia las cosas terrenas y bajas, perdida de fe, de esperanza, de amor. Para traducir esto tomaré las palabras (adaptación de la misma regla) de mi buen amigo Felix Palencia: “Se dan también (en la 3ª regla se habla de la consolación: que es lo contrario de esto) movimientos interiores y estados de ánimo negativos, comode oscuridad y confusión, de caos interior, de desconfianza, desánimo y flojera para todolo que tiene que ver con tomar en serio la vida, con sensaciones de absurdo y de que no vale la pena y con impulsos a olvidarse de todo esto y refugiarse en lo contrario a los que le vienen a uno pensamientos contrarios a los que le vienen a uno cuando se siente en estados de animo positivos”. En una traducción, titulada “Los refranes de don Nacho pa’ no cagarla tan gacho, de estas mismas reglas bastante particulares e ilustrativas se dira sobre la 3ª regla: cuando diosito aliviana, lo bueno nos viene en gana; ysobre la 4ª regla: en la güeva y en el agüite toma el diablo su desquite.

Pero ¿que es la gueva metafísica? la verdad no lo se del todo. Trataré de explicarlo e ilustrarlo con mi propia experiencia.

Por una parte tenemos la experiencia de muchos hermanos que sufren de la depresión que al decir de los que saben es un desbalance bioquimico sucedido en el cerebro humano, algo así como cuando en la menopausia a causa de los cambios hormonales cambian todos los sentires y pensares y no se diga de la recepción de la realidad. Este es un mal que debe tratarse con los especialistas médicos para proveer un remedio eficaz.

Pero por otra parte se encuentra esta otra experiencia ligada al tema de lo religioso, pero de acuerdo a la traducción del buen Félix se liga a todo el proyecto de realización humana.

Lo cierto es que a estas experiencias les podemos llamar guevas metafísicas: porque producen un desconcierto emocional y una situación de tristeza. Pero una es una enfermedad orgánica con repercusiones en muchas areas “espirituales” y la otra es una situación de vida, por la que pasamos todos y que se aviene como una señal de alarma, como una invitación privilegiada al propio conocimiento personal y como una crisis del proyecto que pide revisarse.

Luego le seguiré por lo pronto hasta aquí esta bueno...

Buen de todas formas adelanto algunos “Dichos de don Nacho para no ...” que nos puedan ayudar a encontrar luz...


Tus comentarios por favor: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?


ALGUNAS FRASES QUE HAN VIBRADO EN MI CORAZÓN
De autores que han dejado mucho en mi proceso