25 marzo 2006
algo de mi chamba
El trabajo en equipo de los presbíteros nos ha dado mucho resultado, puesto que parimos de acuerdo al proceso que nosotros creemos que llevan estas comunidades.
1. Hemos sacado estas catequesis a los distintos barrios que tiene el pueblo.
2. Le apostamos a la revisión de la propia experiencia de la gente para que la Palabra de Dios ilumine.
3. Queremos hacer un trabajo creativo que no diga lo que siempre se ha dicho, sino que parta de lo que la comunidad dice, siente y necesita.
4. La utilización de los signos que sean facilitadores para que se exprese la experiencia personal y comunitaria: la raiz, la tierra, la semilla, el agua, la parcela, etc.
5. Lo que si ha sido difícil es personalizar estas charlas específicamente a cada lugar, barrio o centro. Pero se ha logrado.
6. La comunión "no sin diferencias y crísis" que vivimos el equipo que hacemo el Claudio y su servidor ha sido eficaz y ha resultado de alguna manera testimonio de la iglesia fraterna.
Realmente este trabajo apasiona, sobre todo cuando el pueblo comienza a apropiarse de la palabra que se les ha negado, cuando van cayendo los "veintes" para todos, cuando muchos se sienten identificados por los testimonios de injusticia y desanimo que otros comparten.
El trabajo pastoral tiene un rumbo definido: vivir la Iglesia de comunidades eclesiales de base que de ninguna manera ha sido derrumbada sino que pugna por recrearse, por que corresponde a la vivencia de la Iglesia de los pobres y de la iglesia primitiva.
Este último día compartimos la diferencia de vivir la fe como si se sembrara en un gran campo agroindustrial: ligado a la explotación y la injusticia, ligado al lastimoso trato de la tierra por el monocultivo, ligado a la busqueda de grandes beneficios económicos para unos cuantos, los dueños de los medios de producción, ligado a la producción de acuerdo al beneficio extranjero y al manejo egoísta de los frutos de la tierra. Una iglesia que se vive así, es aquella que solo toma en cuenta los numeros: muchos bautismos, muchas primeras comuniones, mucha gente en misa, muy poca comunión entre hermanos, un eficaz mercadeo de sacramentos sin compromiso con la justicia, una iglesia movida por las modas: vestidos, grandes encuentros con predicadores extranjeros, muchos movimientos trasnacionales que no toman en cuenta la riqueza local. Como decía mi amigo Jesuita Felix Palencia: "el Papa Juan Pablo jaló mucha gente a los estadios y los hacía llorar con su expresión de ancianidad dolida y entregada pero ¿cuantos jóvenes o mujeres que lo escucharon dejaron los anticonceptivos por su sola presencia y palabra?".
La iglesia vivida como cuando se siembra la parcela, ligada al cultivo variado, que genera conocimiento de la tierra que se ama, cuando se genera sabiduría y relación entre familias, ligada a la tenencia de la tierra y al disfrute directo de sus dones, ligada a la apreciación de la fuerza natural y al valor de lo pequeño, ligada al compartir de los frutos entre las familias, esta es una iglesia que se vive en el barrio y que tiene una fe que se combina con la vida de los vecinos, que genera conocimiento personal y cariño con rostro concreto, que se fomenta el compromiso a pequeña escala sin dejar de ser la "gota de agua que rompe la piedra". En la iglesia-parcela se vive esto que alguna vez alguien dijo: "gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas logra grandes cambios".
Y nosotros que?? Muchas comuniones no católicas han tenido su "boom" entre nosotros, precisamente porque han podido ofrecer esto que nosotros no: Comunión personal donde el nombre y la historia importan, porque el hermano es alguien que va comprendiendo la palabra que le dice algo a sus propios problemas y necesidades.
Espero poder ser un facilitador de esta iglesia que es fundamentalmente buena noticia para los pobres de la tierra.
Espero ser uno de estos pobres o por lo menos que ellos me consideren uno de ellos. Quiero ser como Jesús que consideró una viña con muchos frutos y llena de riquezas a una bola de gente desorganizada, desorientada y desanimada. Espero tener esa misma compasión y cariño para decir junto con Él: "la mies es mucha y los trabajadores son pocos, pidan al dueño de la mies que mande más trabajadores a embellecer aún más estos campos" Mt 9,35-38.
DIOS LOS BENDIGA Y OREN POR NOSOTROS
MIKE
... y como ahora me ejercito en el arte de saber callar a tiempo... sólo diré: ¡orale! sin sostenidos ni bemoles
Cecy
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