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Nuestro mundo consumido no es solo pérdida de valores |
SOBRE
LAS VIAS DE LA VIDA
P. Miguel Angel Serrano G.
¿QUE
NOS PASA?
Muchas veces, muy
incompletos y deficientes me han parecido los análisis de la situación actual
tanto planetaria como local. He aquí algunas ideas que puedan ampliar nuestra
mirada. No pretendo tener la verdad absoluta y definitiva pero creo tener
algunas claridades que deseo compartir con ustedes.
1 1. La
globalización neoliberal ha colocado su centro en la ganancia y su
multiplicación, a partir de convertir todo en mercancía. La adquisición y el consumo de los productos
ofertados ha sido la gran victoria por la que todos compiten. Así la persona no tiene importancia más que
como mano de obra en el proceso de producción de satisfactores, bienes y
servicios, así como el papel de consumir. Es así que, el consumismo como pilar
de la globalización actual, ha utilizado todos los medios posibles para colocar
en la conciencia y en cada célula corporal la necesidad de lo básico y lo
meramente superfluo.
Solo así, que el
deseo de la mansión, el automóvil del año, la ropa de marca, la comida rápida,
pasando por el cepillo de dientes hasta la crema rejuvenecedora y el celular de
alta tecnología está sembrado de modo eficaz en una buena parte de la
población. Los “cielitos lindos” están consciente o inconscientemente en las
aspiraciones de ricos y pobres. El “Mall” ha sido calificado como la catedral
de la nueva religión de consumo.
2. La
globalización, lo mismo que nos ha colocado en cada supermercado la gran
variedad de productos provenidos de todas partes del mundo, sino que también ha
creado el conflicto social, y lo que es peor, la exclusión social. Un buen número de habitantes no tienen
trabajo, no poseen medios para el consumo, no tienen grados escolares para un
empleo, no han adquirido la experiencia de comenzar y terminar algo a través de
sus propias energías. La delincuencia tiene su causa en todo lo anterior.
3. La
insatisfacción de una vida sin suficiente poder adquisitivo para allegarse los “cielitos
lindos” prometidos, la soledad, la pobreza, las ancestrales violencias a la
mujer y a otros grupos, las ausencias paternales, la deficiente cultura de las
mayorías, la desinformación y el conformismo, han generado, también, una
sociedad desorganizada que ha permitido también el mercadeo de las drogas y el
posicionamiento de los traficantes como “amos
y señores” de vidas, territorios y
gobiernos.
4. Haití
como basurero de la industrialización, China como la gran maquila de productos
piratas, México como el gran paso de la droga hacia Estados unidos, Irak como
el estado devastado y ocupado en pos de la democracia, así como los muchos
pueblos que han quedado envejecidos y desocupados, son hijos de esta situación
global.
5. En
nuestro país: Ciudad Juárez, por ejemplo, y muchas ciudades, con su sobrepoblación,
con sus violencias, sus secuestros, sus incendios, sus muertes diarias, con la
corrupción, con los llantos maternales, con las botas militares, son producto
de la globalización, son la punta sangrante de un iceberg que se encuentra
invisibilizado por mucha basura de entretenimiento, noticias del momento,
controversias políticas, y análisis dolosamente superficiales.
6. El
que el hombre se convierta en lobo para su hermano, el que el hermano se
convierta en verdugo de su compañera de camino, el que la ciudadanía se
encuentre a merced del egoísmo y la falta de amor a la vida no proviene solo de la falta de valores y la
desintegración familiar como les gusta proponer simplonamente los sectores más
conservadores y más cómplices muchas veces.
Es producto de la codicia y el afán de lucro generado en un tipo de
globalización que habrá que equilibrar con acciones locales, con organizaciones
populares más fuertes, con vinculaciones y cercanías de muchas acciones civiles
también esparcidas por el planeta pero igualmente invisibilizadas.
FINALMENTE DIGO:
Habrá
que encontrar mejores caminos para la vida.
Habrá que reencantarnos de amor por la vida, habrá que dirigir la mirada
a las realidades que valen la pena. Lo de Juárez, así como lo de muchas partes,
no necesita una reforma integral, necesita una revolución de pensamiento y de
prácticas más atentas a lo callado, lo lento, lo cotidiano, más atentas a la
persona, lo queramos o no, anticapitalista, anticonsumista, no-violenta y
comunitaria.
# colocado en este espacio por MIKE TU HERMANO : 9:57 p.m.