29 marzo 2007
ENCUENTRO CON LOS MÁRTIRES
Viaje rumbo al Salvador
Una noche antes (viernes 23) no podía yo dormir de la emoción que me provocaba el asistir a las celebraciones de los mártires del Salvador (75 mil muertos durante la represión a finales de los años 70’s y durante la década de los 80’s). Hice mi mochila con lo necesario. Y me acosté con el pensamiento y los sentimientos embotados.
A la mañana del 24 la salida fue a las 6:10 a.m. y el camino a la frontera con el Salvador fue de tres horas. En la frontera la revisión de los pasaportes primero para salir de Guatemala y luego para entrar al país vecino fue de una hora más o menos. Ahí me enteré que las personas de países mas pobres y conflictivos tienen restricciones y dificultades, es decir, no tienen garantizado su paso por estas fronteras como es el caso de los que provienen del Perú, de Colombia, de Ecuador. Es la expresión de lo dividido que se encuentran estos países de Centroamérica.
Salimos y a las dos horas (pasadas las 12:00 p.m.) llegamos a la capital San Salvador. En este país se notan las mejoras en su infraestructura carretera, pero su pobreza sigue siendo la misma que en todos lados. La situación de las mayorías sigue estando igual. Su economía está dolarizada y es doloroso utilizar moneda del imperio para pagar todo. Para mi que soy de frontera y que es más regular utilizar los dolares debería ser algo normal, sin embargo en esta ocasión fue algo que me repugnaba dentro de mi. Una moneda que no contenga signos de la propia cultura y que no refleje la identidad: sin su idioma, sin su nombre (Quetzales, Guaraníes, pesos, etc) como lo es en otros paises ¡son chingaderas!
Primer impacto
Al llegar a San Salvador nos dirigimos de inmediato a la Universidad Centroamericana “Simeón Cañas” (UCA) que dirige la Compañía de Jesús desde su fundación. Un centro bien equipado y al mismo tiempo modesto en su estructura exterior. Al bajar del “bus” (así le dicen aquí a los camiones de pasajeros) nos fuimos directo a la “capilla de los mártires” donde se encuentran las criptas de los 6 jesuitas que fueron masacrados con crueldad inhumana por miembros del ejercito en la madrugada del 16 de noviembre de 1989 en las afueras de su casa en el campus universitario. Sus nombres son Ignacio Ellacuría, Amado López, Joaquín López, Ignacio Martín-Baro, Segundo Montes y Juan Ramón Moreno; junto con ellos también fueron asesinadas dos mujeres que trabajaban con ellos.
Entramos al Centro Monseñor Romero en el que se encontraba una leyenda que decía: “Voz de los sin voz”. Al fondo había una escalera que con un letrero “Jardín de Rosas” nos dirigía a un lugar sagrado: el jardín donde quedaron los cuerpo sin vida de estos seis pensadores que dieron todo por aquel pueblo sin vistas de humanidad como el Siervo de Yahvé. Subimos y encontramos un lugarcito cercado delicadamente con muchos rosales plantados ahí. Fue una emoción que se congestionó en la garganta. Antes habíamos visto unos álbumes que contenían las evidencias de aquel acto crudelisimo. Ahí estaba aquel lugar santo con su pasto y sus rosales signos de la nueva vida que Dios saca de sus testigos. Al fondo una placa de mármol gris con los nombres que sin duda el Padre tiene en su corazón.
Después de un rato de intentar recrear la posible escena de muerte, intenté orar, sin embargo el torozón de mi garganta pedía salir sin más. En contra de mi baje por la misma escalera que de frente me conectó con la sala de las reliquias. Había ahí detalles personales de Monseñor Romero, de Rutilio Grande sj Jesuita asesinado el 12 de marzo de1 77 (yo tendría un poco más de 3 meses de nacido), de los 6 jesuitas de la UCA y de las mujeres. Estaban en una vitrina las últimas ropas que vestían cada uno, todavía con las marcas de sangre y con sus agujeros. En una de las vitrinas estaban pequeñas vasijas transparentes con pasto y restos de piel, cerebros, sangre de los mártires. En la repisa de Rutilio estaban su evangeliario con los agujeros de las balas, las ropas de sus acompañantes. ¿Qué pides de mi Señor? ¿Cómo vivir con miedo y al mismo tiempo sentirme llevado por tu Ruaj Santa? eran mis sentimientos. Contemplar aquellos sacramentos y acercarme a sus instrumentos diarios, sus fotos de juventud, sus calendarios que tenían marcados sus compromisos, sus documentos personales, pero sobre todo los signos de la violencia que mata y siguen matando a los hijos de Dios, fue como hermanarme, era al mismo tiempo una sensación que mezclaba miedo y devoción.
A Ellacuría lo había leído en sus trabajos sobre Xavier Zubiri su maestro y amigo. Y ahora estaba con Él no desde la razón sino desde la evidencia de su entrega. Y podría seguir intentando explicar lo que sucedía en mi, pero no se puede explicar del todo.
Regresamos de nuevo a la capilla y ahí sí le pedí a Ignacio Ellacuría que me compartiera de su pasión por el Reino y de su convicción de trabajar para que los crucificados bajen de la cruz.
Al salir rumbo al camión intenté escudriñar los pasillos para encontrar a Jon Sobrino (único sobreviviente de aquella noche puesto que él se encontraba fuera del país) a quien la Inquisición le ha notificado que su teología, sobre Jesús y sobre la misericordia, esa que a muchos nos despertó del “Sueño Dogmático” y que ha inspirado a otros tantos por el camino del Jesús de la historia, profeta itinerante y solidario con los sin poder, contiene errores doctrinales. No lo encontré. Me resistía a dejar aquel lugar para mi sagrado.
Comimos en la misma universidad en un jardincito ubicado en uno de los estacionamientos. A las 2: 45 nos retiramos rumbo a la casa de Monseñor Romero.
Segundo Impacto
Después de unos 15 minutos de camino, o menos, llegamos a lo que en San Salvador le llaman el “hospitalito”. El lugar donde Monseñor Oscar Arnulfo Romero decidió poner su residencia, un hospital de enfermos terminales. Ahí mismo a menos de 100 metros se encuentra la capilla donde también fue cobardemente asesinado un 24 de marzo de 1980.
A unos metros de la entrada principal de aquel lugar se encuentra la casa convertida hoy en museo. Inmediatamente antes de nada algunos de nosotros y nosotras nos dispusimos a hacer fila para entrar ahí. Después de una media hora de espera entramos a su casa que básicamente consta de tres cuartos y un baño. En ellos se encuentran exhibidas sus pertenencias: libros, fotos, detalles personales y hasta su licencia de motociclista. Ahí están sus ropas con las huellas de sangre y su alba y casulla con las que estaba revestido al momento de celebrar la misa donde fue ultimado.
Una muchacha que nos dio la bienvenida nos explicó que en su recamara las cosas estaban exactamente como él las dejó antes de morir. Lo que quedaba era guardar un silencio reverente y dejarse tocar por aquella expresión de amor de un pastor por su pueblo al estilo de Jesús Buen Pastor.
Había mucha gente dentro de casa y en los tres cuartitos la movilidad se hacía con dificultad. Mucha gente esperaba afuera su turno. Ahí se terminó la energía de mi cámara fotográfica y un sentimiento de enfado e impotencia me dominó –todavía quedaba la capilla-. Pero me hice el propósito de que mis ojos fungieran como un lente poderoso para que desde ahí llegaran al corazón todos los detalles y se imprimieran permanentemente. Y llegado el momento con mi resistencia hubo que dejar el lugar. Todo estaba en cristal, no había manera de llevarme algún sacramento. Todo se quedó en mi.
Nos encaminamos a la capilla donde perdió la vida aquel hombre de carácter mínimo que se dejó llevar por Dios y se convirtió en león a la hora de estar con su pueblo, de denunciar, de apoyar.
Había empezado una celebración, y por la gente presente y sin cámara, yo solo pude contemplar a distancia el altar donde cayó. Antes había visto una foto del P. Marins desde donde salió la bala y ahí estuve. Me dieron ganas de hacer como San Ignacio de Loyola un acto de presencia en el lugar donde murió para que en mi cuerpo se grabara aquello y me sintiera compañero y servidor del pueblo humilde como San Romero y como el mismo Jesús, no pude, solo me arrodille a distancia. Ahí me acordé que mi mamá encargó a Juan Pablo II mi ministerio el día en que murió, yo ahí mismo me puse en manos de Jesús y de su fiel discípulo. -“¡San Romero intercede por mi, para sea puesto con el Hijo siempre!”.
Nos encontramos a alguien que nos abrió la parte trasera de la capilla donde originalmente vivió Mons. Romero y donde muchas veces al sentirse muy amenazado se sentía más seguro. Era el lugar de jueves santo por la noche de Mons. Romero en muchas noches de su corto ministerio pastoral. Oscar Romero fue un hombre que sintió miedo, mucho miedo. El P. Cabarrus nos platicó después que al terminar algunas celebraciones él salía diciendo -“¡Ay padre ahora si, ahora si!”. Comprendía yo, que lo grande de estas vidas es que con todo y el miedo es la Ruaj Santa (Espíritu Santo) la que nos lleva a la profecía y al estar desde el lado de los preferidos de Dios.
Llegó el momento de marcharnos y mi resistencia seguía presente. Repasaba los detalles y los platicaba con Chukirawa (Begoña), con Ene, con Roberto, era una forma de mantener presente lo que quería se quedara para siempre en mi.
Tercer impacto
De ahí nos fuimos a un colegio de las Oblatas del Corazón de Jesús (en el PAF estan tres compañeras de esa congregación: Rut, Jacqueline y Melanie) donde pasaríamos la noche, dejaríamos nuestro equipaje y si había tiempo nos bañaríamos. Asi transcurrió y cerca de las 5:00 pm nos dispusimos a llegar a la plaza “Salvador del Mundo” donde iniciaría la marcha que nos llevaría a Catedral para compartir la Eucaristía en memoria de este santo latinoamericano.
Llegamos a dicha plaza, donde había un templete una maza regular de gente. No puedo negar que aquello me causó malestar, puesto que concluí que a 27 años del martirio la memoria se estaba perdiendo. Había un coro amenizando y algunas intervenciones que motivaban. Estuvimos como media hora y después de unas instrucciones sobre las modalidades de la marcha (a manera de vía crucis y sugiriéndonos algunas consignas) nos formamos para caminar con los presentes. Había gente de Guatemala, de Honduras, había gente con finta europea o anglosajóna y seguramente de otros lugares.
Aquella maza comenzó a movilizarse y a tomar forma de pueblo y al cabo de un ratito pude mirar hacia atrás y la sorpresa para mi fue que era muchísima gente congregada. Me vino una alegría y una devoción por aquel pueblo que no sabe perder amor por aquellos le les han querido hasta dar la vida.
En el camino caí en la cuenta de dos cosas: la primera, ROMERO VIVE y la segunda, aquella marcha no es de élites intelectuales, de gente de izquierda que ve en aquel a un camarada, ES CELEBRACIÓN DEL PUEBLO POBRE DE AMERICA LATINA Y DEL MUNDO.
Los pobres estaban ahí con su tez morena, con sus sombreros, con sus bolsas y morrales, con sus huaraches, con su vestido pobre, con sus cuadros de Romero, con sus pancartas y con sus voces que gritaban fuertemente -“¡ROMERO VIVE, VIVE, LA LUCHA SIGUE, SIGUE!”.
Las consignas que se gritaban y se repetían eran frases de San Romero tomadas de sus homilías. –“¡El verdadero éxito de la Iglesia/ es que el pobre la sienta como suya!” –“¡La gloria de Dios/ es que el pobre viva!”, –“¡El pastor tiene que estar/ donde está el sufrimiento!”, –“¡Si me matan,/ resucitaré en el pueblo salvadoreño!”. Había carros de sonido que compartía la primera frase de la consigna y luego el pueblo la concluía con fuerza y con amor. Y había momentos en los que era tanta la gente que el sonido no llegaba y algunos se hacían responsables de dirigir el grito popular: –“¡Romero vive, vive. La lucha sigue, sigue!”. Así caminamos dos horas por la calzada Roosevelt hasta llegar a catedral. Fue un poco cansado por la velocidad del paso que llevó la marcha. Todos teníamos nuestra imagen de Romero que elevábamos a cada rato para expresar nuestra presencia afectiva con él y con su pueblo. Yo mismo inicié algunas veces la porra. Fue la memoria contagiosa de la gente que sigue amando a aquel que se convirtió en “Voz de los sin voz”.
CONTINUARA....AQUI Y AHORA....
Comienzo este compartir desde un dato en el que he caído en la cuenta estos últimos días, especialmente en el taller de biodanza. He descubierto que una parte importante de proceso vulnerado se sustenta en una compulsión de estar fuera de mi, cuando no en el pasado, cuando no en los otros o en el futuro. Me explico: no he disfrutado lo suficiente el “aquí y ahora” en mi vida. A veces bebiendo del pasado doloroso sin encontrar la fuente de mi sufrimiento sino bañándome en las aguas de acontecimientos, personas y acciones en las que no he podido encontrar salida a y/o de acoger mis sentimientos, también buscando la construcción de mi imagen y de mi estima en lo que puedo hacer por los otros hasta el grado de sentirme víctima y por último intentando proyectar, igual compulsivamente, lo que voy experimentando pero sin saborearlo y meterlo a mi cuerpo y mi inconsciente, siempre queriendo hacer planes, acciones, construir pero sin llevarlo a cabo porque aquello no se convirtió en carne de mi carne.
De ahí mi ansiedad, de ahí mi autorreproche, de ahí mi la no valoración, de ahí la culpabilización, de ahí MI INSATISFACCIÓN y mi desconfianza.
El estar no ha sido un proceso mío suficientemente, disfrutar de la presencia, contemplar lo que ahora siento y lo que sucede alrededor sin mis conceptos morales. Simplemente el saber que aquí y ahora ocupo un lugar en el espacio, el tiempo-historia, en mi adentro, en la vida de los demás: AHÍ ESTÁ LA VIDA.
No digo ni concluyo que habrá que rehuir a estas otras dos dimensiones temporales, sino precisamente eso redimensionarlas. La historia en la que soy actor en un escenario impuesto –diría Zubiri- y que se conecta con sucesión de acontecimientos y coincidencias con mi padre y madre, hermanos y hermana, amigos y amigas me invita a que esté constantemente revisándola, pero no para vivir desde ahí y mucho menos de mis heridas sino para explorar donde se encuentra el origen de lo que siendo hoy y punto. La historia en la que soy autor y agente –igualmente diría Zubiri- y que me lanza al futuro para que pueda construir, inventar, escribir no puede quitarme el derecho a “caber en mi”.
Caber en mi y que otros quepan en mi, implica un proceso de intimidad conmigo mismo, lo cual hace surgir un deseo hondo de valorar lo que soy, simplemente por que soy y estoy aquí y porque hay Otro que habita en mi.
El discernimiento en “caliente” ¿Qué siento ahora? ¿a que me lleva esto que siento? Es una necesidad que quiero abrazar y acoger en mi vida. De lo contrario caeré en las tretas del mal espíritu como tanto ha sucedido ya.
Ahora mismo siento que he encontrado un filón que me explica y que me ayuda a derrumbar mi baja autoestima y mi compulsión de buscar ser querido.
Esto se traduce en cosas que necesitan hacerse connaturales en mi proceso: Disfrutar de los dones recibidos y evidentes: la salud, la presencia, el sol, el viento, etc. Celebrar mis victorias por pequeñas que sean. Acoger y bañarme en el amor gratuito que los demás me regalan. Ofrecerme a mi mismo el cariño que necesito y que los demás no cubren suficientemente.
Ahora escribo primero para mi y después para ustedes, sabiendo que esa alegría en mi se contagia está siendo recibida con agrado.
COMPARTIENDO UN BLOG DEL PAF
Espero que lo disfruten....
PICALE AQUI
DESDE LA TIERRA DE LOS BOSQUES PAF 2007
18 marzo 2007
COMPARTIENDO MIS PENULTIMAS NOTICIAS...
Sensaciones combinadas de estos días....
Escribo ahora intentando compartirles algunos devenires que han tenido ocasión en mi estancia por esta bella tierra centroamericana. Estamos ya cerrando la primera mitad del segundo mes y la experiencia del estar ha sido ambigua, en cierto modo, ya que parece mucho (un chingo!!!!!) el tiempo en el que hemos tenido oportunidad de convivir 48 personas de distintas regiones del mundo junto con el equipo del ICE que nos ha acompañado y acogido con gran dedicación y unida a esta primera sensación se encuentra el hecho real del pasar diario que nos hace caer en la cuenta cómo ya comienza una cuenta regresiva para ir concluyendo esta etapa, es decir, prácticamente nos quedan un poco más de un mes de talleres porque después vendrán los esperados ejercicios espirituales (metodología que san Ignacio de Loyola elaboró para disponer a una experiencia profunda del Dios de Jesús) durante todo el mes de mayo para cerrar el 3 de junio.
Los talleres que tenemos pendientes son:
Taller de biodanza.. es el más próximo
Taller de análisis de la realidad
Taller de análisis histórico: economía, política
Taller de acompañamiento espiritual
Taller de dialogo interreligioso e intercultural
Taller de identidades cristianas...
Algo del trabajo que hacemos en la semana...
El trabajo prácticamente se hace de lunes a jueves mañana, tarde y noche. El viernes es un día de desierto y oración donde cada quien en silencio interior y exterior hace la cosecha de lo que se vivió en la semana. El sábado, como ya lo compartí anteriormente, se dedica al apostolado y en este caso yo voy toda la mañana hasta las 3:00 p.m. a Casa Hogar Nazaret donde convivo con personitas con capacidades diferentes que con su ternura e inocencia son maestras de la vida. El domingo es el día libre para hacer lo que se nos hinchen los ojos (que pena decir esto, porque ahora y cada domingo recuerdo a mis hermanos presbíteros que ese día celebran 5, 6 o 7 misas y yo ninguna debido a que participo y celebro con mis compañeros sin presidir y una sola vez), es decir, que ese día es libre en horarios, actividades y salidas.
Durante la mañana y tarde las actividades oscilan entre gotitas de teoría, trabajo personal, reuniones y compartires en los grupos de vida (pequeños grupos 7 u 8 personas que compartimos en clima de respeto lo sagrado de nuestras vidas) y aportes en la plenaria del gran grupo (o sea todos). La mañana y la tarde están partidas por un momento de refacción o sea tragazón sabroso y reponedor.
En la noche tenemos algunos trabajos por grupos de vida: el lunes analizamos sueños que hemos tenido como camino para entrenarnos para entrar en nuestro inconsciente y descubrir sus mensajes; los martes tenemos practicas de ejercicios corporales: bioenergética, Tai Chi y otros; el miércoles tenemos discernimiento: revisión de las mociones y tretas que Dios y el mal espíritu nos van ofreciendo y colocando para descubrir su voluntad y sus engaños respectivamente; el jueves es libre y el viernes hay una película que intenta cerrar el curso de la semana.
El club del incienso...
Además de los grupos de vida, aquí se han hecho grupos afines y espontaneos en los cuales nos sentimos con amigos que nos aceptan. Yo me siento acogido en un grupo que surgió espontáneamente por nuestra habilidad de echar humo (el que tenga oidos que oiga). Le hemos llamado el club del incienso. Nos reunimos un ratito después de comida, después de cena y en otros momentos, así como en las salidas dominicales solemos hacerlas juntos. Roberto, presbítero dominico que trabaja en San Cristóbal de las Casas, Enedina Juarez religiosa de san José de Lyon que estudia teología en la Ibero en el DF, Begoña que trabaja en la delegación de Misiones en su natal Bilbao,
País Vasco, Donata Hermanita de Jesús de Carlos de Foucold, italiana de origen que trabaja en Cobiapo en Chile en el gran desierto de Atacama y también se junta de vez en cuando Alfredo Peralta, mi compañero de presbiterio en Hermosillo, con el cual hago esta experiencia de aprendizaje y de entrenamiento.
Los últimos talleres...
Taller de oración y discernimiento: Fue una semana llena de cuestionamientos acerca de nuestra manera de dirigirnos al Creador y del tiempo que realmente dedicamos a conectar con nosotros mismos y con la experiencia de la gracia otorgada en la oración. Los primeros días fue P. Karmelo sj jesuita vasco de origen y residente en San Salvador. Después tuvimos dos días a cargo de Carlos Cabarrus sj jesuita guatemalteco fundador de este changarro y “escribidor” de algunos libros que son base para la mística del Instituto y de algunos talleres. Cabarrus nos ofreció pistas, desde la metodología ignaciana, para descubrir las mociones y las tretas, los desafíos y las quimeras que se nos presentan en nuestro diario caminar. Aquí estamos intentando hacer un modo de vida eso de ser contemplativos del Dios de Jesús en nuestra historia y en la del pueblo.
Taller de acompañamiento psicológico: El modelo de acompañamiento y de acompañantes que desde este instituto se propone en el programa en el que estoy es: psico-histórico- espiritual. Es decir, que tiene una comprensión integral del ser humano que posee una dimensión personalísima psicológica, un lugar en la sociedad y con la historia de esta sociedad y que todo esto se vive con y de frente al Dios de la Vida. Este es el primer bloque en el que la teoría rebosó, puesto que estamos siendo entrenados para acompañar las historias de las personas no solo a sus problemas puntuales (un perdida, una traición, un conflicto, una crisis, un logro o realización) sino en vistas a llevarles a profundizar en las raíces de dichas experiencias tanto en su dimensión psicológica como espiritual el compromiso histórico-social que ello se desprende.
En esos días fuimos recorriendo solo algunos puntos desde lo psicológico(no somos psicólogos) que nos disponen a ser acompañantes honestos y respetuosos: 1. Cualidades del acompañante, 2. Transferencia y contratransferencia, 3. Conciencia de sincronicidad, 4. Modelo clínico de acompañamiento, algunos detalles de los trastornos mentales y del ánimo, 5. Herramientas terapéuticas de intervención y 6. Lectura del cuerpo como camino de curación.
De mis cosechas recojo mis capacidades que nacen de mi manantial que me hacen disponible a ser acompañante: mi capacidad de escucha atenta, mi capacidad de ternura, mi capacidad de síntesis, mi capacidad intuitiva. Tengo que trabajar la posibilidad de ser despertador de transferencias, es decir, la posibilidad de que otros coloquen sus necesidades afectivas en mi y que eso sea ocasión un mayor conocimiento para sus personas. Sobre todo mis contratransferencias, es decir, la posibilidad (muchas veces dada en mi historia) de que los otros despierten en mí mis necesidades afectivas y que sin conciencia de ello puedo ser como un “vampiro que se chinga a un anémico” (¡¡¡que tremendo hallazgo y que real!!!)
Taller de sexualidad y afectividad...
Acercarme a este tema, ha sido particularmente difícil y fuertemente iluminador para mi. De por sí el tema de la sexualidad toca una esfera en la que uno se siente en terreno sagrado y prohibido. No es casualidad que por ello la culpa malsana es alimentada por una vivencia temerosa y mal dirigida de nuestra sexualidad.
Este taller fue facilitado por la Psiquiatra Gloria Grimaldo panameña con un conocimiento considerable en este tema. Aunque al principio sentíamos que no se llenaban nuestras expectativas con respecto a la dinámica del programa y del taller en concreto, creo que pudimos dar pasos bastante iluminadores.
Revisamos nuestra historia psicosexual como una historia sagrada, en la que yo pude sentir que he dado vida y al mismo tiempo me ha frenado o por lo menos en mis compulsiones y mis culpas no resueltas no he podido explotar mi creatividad y mi compromiso histórico.
Coloqué nombres a lo que corresponde a mis relaciones sexuales, es decir, entendiendo que la sexualidad atraviesa todo de mi: biología, genitalidad, emociones, relaciones interpersonales y compromiso con el Reino de Dios; pude contemplar que las relaciones que tengo conmigo (aceptación y rechazo de mi mismo) con los demás (intimidad en la amistad y límites) con la realidad social y con Dios son relaciones sexuales. (lo que comúnmente llamamos relaciones sexuales, aquí hemos aprendido a llamarles sexuales-genitales)
Mi ser varón con pulsiones, con emociones y con capacidad de decisión me coloca frente a todo lo que me rodea en una manera concreta de estar y ser. Negar esto es lo que me ha llevado al traste en algunos momentos claves de mi vida.
Todavía no he desmontado mi culpa malsana que me llega por concebir a Dios como un “dios obsesivo sexual” y me lleva al re-mordimiento. Entiendo que esto es un proceso de toda la vida. Mientras tanto tengo algunos datos claros que me invitan a progresar en este campo.
La sexualidad (que no se reduce a lo genital) no es algo resuelto en mi, como no lo es en ninguna persona.
Como cosecha de mi desierto me llevo:
Tengo que seguir desmontando mi culpa malsana....
Tengo que profundizar en la experiencia del Dios de Jesús en la oración y en la contemplación en la acción.
Desde mi identidad: aprender a reconocerme en mis pulsiones, mis necesidades fisiológicas, mi ser varón heterosexual, mi deseo de fusión perdida el día que nací.
Desde la intimidad: aprender a vivir relaciones de profunda intimidad que se traducen en amistades de intercambio y confianza, promover en mi persona la asertividad (aprender a decir no), trabajar el tema mis límites, profundizar el sentido de mi celibato sacerdotal desde mi realidad humana necesitada de afecto y acogida, necesito recuperar la intimidad conmigo mismo: no tenerle miedo al silencio y a la soledad tan necesarias para conectar con lo profundo de mi y con Dios.
Desde la generatividad: Aprender el camino de la sublimación, es decir, la orientación de mi energía-pulsión sexual para generar en mi y a mi alrededor compromisos reales y de peso histórico. Necesito cuidarme en mi descanso, en mi salud corporal, en el deporte, en el cultivo de placeres creativos y recreativos.
NECESITO CAMBIAR MI PATRÓN NEGATIVO DE CONDUCTA: mis reacciones desproporcionadas, mis mecanismos de defensa.
NECESITO CAMBIAR ALGUNOS HABITOS MAL SANOS.
NECESITO ENTRAR EN UN PROCESO DE ACOMPAÑAMIENTO QUE ME AYUDE A REFLEJAR LOS PASOS DADOS EN MI CRECIMIENTO Y LOS QUE SIGUEN.
Próximo viaje...
El próximo sábado 24 y domingo 25 estaremos en las celebraciones del aniversario de martirio de Monseñor Romero obispo de San Salvador asesinado un 24 de marzo de 1980. Monseñor Romero fue y sigue siendo un profeta mártir por la liberación de los pueblos masacrados por los intereses de las clases poderosas que mantuvieron un sistema militar-dictatorial a su servicio y fue el origen de las diversas guerras civiles en casi todos los países de América Latina desde los años 60’s. San Romero de América (canonización hecha por su pueblo que le guarda gran veneración y memoria) fue uno de los 75,000 salvadoreños asesinados por escuadrones de la muerte, creados en la escuela de las Américas en Panamá, donde fueron entrenados los principales asesinos que hoy siguen violando derechos humanos y sus instructores fueron gringos.
Me siento privilegiado porque yo conocí a Mons. Romero a través de los libros de Víctor Hugo mi hermano y a través de la película y a través de muchos hermanos presbíteros que intentan vivir por la causa del Reino y al parecer soy el primero de todos ellos que visito este país hermano en estas fechas memorables. Hermanos, prometo tomar muchas fotos y llevárselas de recuerdo con el propósito de meterles las ganas de que ustedes hagan lo mismo. Todo parece indicar que vamos a ir a la Universidad Centro Americana (UCA) y visitar los lugares donde fueron masacrados 6 jesuitas por el ejercito y también la catedral de San Salvador, y vamos a estar en las celebraciones que se realizan por la noche del 24.
Espero saludar a Jon Sobrino, el teologo jesuita que la inquisición acaba de silenciar con toda la prepotencia de la que sigue siendo capaz.
Semana Santa con el pueblo indígena..
Me han informado que iré junto con otras compañeras: Enedina, Melani, Izthiar y compañero Luís Mario a celebrar la Semana Mayor a una comunidad indígena llamada: Santa María Chiquimula en Totonicapán. No se pa’ donde queda eso, pero estoy muy contento por esta experiencia que me huele mucho a mi Papá Diosito. Nos vamos el próximo 31 de marzo y regresamos el 8 de abril (cumpleaños de mi hermana Liliana). Hasta ahora solo sé eso. Más bien regresando de allá les compartiré mis sentires y mis nuevos quereres.
15 marzo 2007
OTRO VIDEITO PA MIS QUERIDOS
¡¡¡¡QUE LO DISFRUTEN!!!!
07 marzo 2007
COMPARTIENDO MIS ÚLTIMAS VIVENCIAS
He dejado un largo tiempo la nutrición de este espacio, por que como ya lo había explicado antes había una petición expresa de desconectarnos un poco de nuestros espacios familiares y de chamba para vivir a fondo la experiencia del Taller de Crecimiento Personal. Ciertamente dicho taller terminó el 22 de enero y ya ha terminado el primer mes de estar aquí en este hermoso país y en esta bella casa del Instituto Centroamericano de Espiritualidad.
Hemos vivido ya algunos momentos que intentaré relatarles y que han sido para mi, junto con la convivencia con los compañeros y especialmente el equipo de vida alternativo, una maravillosa experiencia de crecimiento, autoaceptación de mi condición humana, y una revolución interior por terreno inexplorados.
Segunda parte del taller de crecimiento personal
Ya en otra publicación, compartía lo que significó para mí, el encuentro con mi niño herido y el intenso jaloneo que hubo al descubrir tanto dolor, rabia y culpabilidad que he venido cargando.
Después de un día libre, nos dispusimos a la segunda parte titulada “Descubriendo y potenciando mi manantial”, que consistió en descubrir mis sombras (cosas buenas que tengo que al no considerarlas por mi como tales me provocan conflictos por creer que me desintegran), en hacer una lista inicial de cualidades que por supuesto (para los que me conocen sabrán por que) en su primera edición fue reducida en numero, pero para mi sorpresota al paso de los días y de los ejercicios esta fue creciendo enormemente. Esto fue hasta descubrir unas cuantas que me constituyen como Miguel Angel y que jamás se han oscurecido y que me han sacado adelante.
La lista de mis victorias, la relación de las personas que han fungido como poetas de esta poesía de mi vida, la cualidades que brotan en las cosas que hago en un día normal y que han pasado desapercibidas también fue un tremendisimo regalo. Las pseudoganancias que he obtenido al presentarme como “Pobrecito-de-mi” Serrano, a la chingada me dejaron con un coraje para responder a la vida.
¿Dónde estas Dios cuando yo sufría?
Pregunté
un beso me diste
y se disipó la pregunta
vino el misterio
acogida, cariño y ternura
eso eres tú, eso soy yo
amado por ti, me hiciste amor,
acompañado de tu mano
me convertiste en compañía,
humor y música,
recogimiento y carrera me invitas,
silencio y pluma
beso y caricia
decisión y compromiso,
Poetas eres
Poesía soy.
El manantial que corre en mi y que me conecta con la humanidad y con el universo, eso me sacó adelante, fue Dios quien no permitió que en mi dolor y mi cólera no me convirtiera en un monstruo. Es en mi manantial donde habita Dios ”más intimo que mi intimidad”. Acoger a mi niño, comprenderle, consolarle y prometerle que jamás le sucedería nada igual o por lo menos que no estaba solo, verle correr rumbo a sus juegos creativos y a compartir su capacidad de humor fue hermosisisisisismo.
Al terminar tuvimos un día de retiro personal en clima de desierto en donde pudimos echar mano de nuestros datos recogidos en los días anteriores y dar cuerpo a lo que nos acompaña de aquí en adelante con mayor conciencia de su presencia.
En algunos días se me vinieron constantemente muchas personas queridas (familia, amigas, amigos) por mi a las que les vendría bien esta experiencia por su capacidad liberadora y potenciadora de sus vidas.
Insisto, no soy un hombre nuevo, soy Mike, hombre herido pero con grandes cualidades y capacidades que intenta cambiar su patrón de negatividad para consigo y con los demás.
Apostolado
Uno de los días del taller nos dieron una lista para elegir un lugar donde participaríamos en su trabajo y en su dinámica de ayuda social.
Yo elegí como primera opción:
Hogar Nazaret: Internado de personas con retraso mental y Síndrome de Down.
Segunda opción: Hospicio San José: Hospital con niños con VIH
Tercera opción: Hospital del cáncer: Hospital con niños con cáncer
Me tocó mi primera opción, y el sábado a las 7:30 nos dispusimos a ir al lugar. Un espacio acogedor y bien acondicionado para albergar a los “patojos” (chamacos) con capacidades diferentes. Ese día cumplían 25 años de existir y hubo misa y pachanga. La celebración fue muy emotiva y la homilía fue compartida por su director Carlos Aceituno psicólogo laico que reiteró la mística de aquel espacio donde Jesús no habla, no se sabe amarrar los zapatos, donde a pesar de sus edades que oscilan entre los 12 a los 63 son unos niños hermosos y que son maestros de la vida para quienes trabajan con ellos.
Llegamos y luego de una pequeña orientación nos invitaron a entrar a sus dormitorios, ellos acababan de bañarse. Me dejaron en el sitio para los varones y sólo con ellos. -¡A la madre!- dije yo -¿ahora que hago? Pues a platicar con ellos a ayudarles a vestirse, a platicarles de mi.
José Ricardo, Héctor, Freddy, Jorge, son algunos de sus nombres. Les pregunté que si les gustaba cantar y me dieron una tremenda lección, se sabían canciones de Antonio Aguilar, de Vicente Fernández, los Tigres del Norte, José Alfredo Jiménez y otras.
Después al desayuno y luego a pasar un rato con ellos hasta que llegara la música. Cantamos, bailamos, nos reímos mucho con ellos. José Ricardo me preguntó como 6 o 7 veces -¿Por qué traes barba vos? A lo que yo le contesté las 7 veces -¡Por que soy grande! Y el volvía con otra pregunta ¿Cuántos años tenés vos? A lo que el dialogo inquisitivo de aquel espíritu de niño seguía - ¡Treinta! El se sorprendía y replicaba ¡Si estás muy grande vos! José Ricardo pasa de los 40 años.
Jorge con Síndrome de Down, tremendo cantante y memorizador de las letras, me ofreció con sus sugerencias una larga lista a la cual pude complacerle dos terceras partes. Pa´la otra me llevo mi cancionero.
En el desayuno y en el momento posterior conviví también con las hermosas mujercitas que atendía Jacqueline “Yaqui” mi compañera de apostolado. Ambos estuvimos animando el momento.
Antes de la misa, nos fuimos de nuevo al dormitorio para ayudarles a ponerse guapos, a bolearles sus zapatos, etc.
Después de la misa una pachanga a todo dar con las familias de aquellos patojos. Reinó un ambiente de familia y de compartir la gracia de tener en sus vidas a aquellas personitas que Dios acoge y nos ha colocado para caer en la cuenta de lo complicada que es nuestra vida.
Taller de los sueños
En dos días tuvimos un taller sobre la interpretación de nuestros sueños. Ese taller nos lo dio Carlos Cabarrus, presbitero jesuita que fundó este instituto en el que nos encontramos.
Fue harto interesante escucharle como fue que descubrió algunas técnicas para poder desentrañar los mensajes que nuestro inconsciente nos envía a través de los procesos oníricos (o sea de los sueños).
Todo se encuentra en las sensaciones corporales que van apareciendo al realizar algunas preguntas que podríamos llamar llaves porque nos ayudan a despertarlas. Aunque las sensaciones oníricas son contundentes, el chiste es estar conscientes y conectados consigo mismo.
Según esta comprensión de los sueños, éstos no tienen ninguna función predictiva ni mágica como se considera muy frecuentemente. Son los procesos que se van integrando en nuestra persona y las sombras que aún nos quedan pendientes por acoger y armonizar, los que revela el inconsciente.
En cada noche nosotros soñamos alrededor de dos horas divididos en varios períodos que algunos investigadores llaman REM (rapid eyes movement) son los momentos del sueño profundo en donde nuestros ojos están en movimiento.
Cada lunes después de cena tenemos ejercicios de interpretación de los sueños en grupos de vida donde uno o una cuenta el suyo y los demás le utilizamos las herramientas para ayudarle a desentrañar su mensaje.
También nos dieron algunas lineas para orar nuestro sueño, es decir convertir en tema de dialogo con nuestro Dios el posible mensaje que nos ofrece Él mismo a través de nuestro inconsciente positivo.